ABUSO ESPIRITUAL: Afligido por la autoridad religiosa.


Abuso espiritual

Afligido por la autoridad religiosa

por June Hunt

Piénselo por un momento. ¿Quiénes nos ofenden más en nuestra sociedad? Los ladrones, asesinos y violadores, los que flagrantemente quebrantan la ley.

Ahora piense en Jesús. ¿Quién lo ofendía más? Los fariseos, los líderes religiosos de sus días, los legalistas cumplidores de la ley. Ellos eran los que más lo molestaban.

Pero, ¿por qué los fariseos? Después de todo, ellos iban al templo, daban sus diezmos, leían la palabra de Dios, guardaban la ley, oraban. ¿Por qué, entonces, los que guardaban la ley le eran tan desagradables?

Ciertamente eran los representantes de la casa de Dios, el problema es que no vivían según el corazón divino. En forma muy tajante, Cristo los llamó “hipócritas”. Ellos buscaban su recompensa aquí en la tierra, pero no así en el cielo.

“Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”.

(Mateo 6:5)

I. Definiciones

Al ver las manos de los discípulos, no podían creer lo que veían… Estaban sucias y no se habían lavado, ellos hacían un diametral contraste con su impecabilidad. Los líderes religiosos se esforzaban por ser dechados de perfección, se veían tan refinados en sus vestiduras sacerdotales. Aquellos famosos fariseos examinaron meticulosamente a los seguidores de Jesús, los que se llevaban la comida a la boca con las manos “sucias”, es decir, con manos ceremonialmente contaminadas porque no habían seguido la purificación según sus costumbres. “Cuidado, las manos sucias manchan cualquier aspiración de justicia”, decían los fariseos. Pero Jesús dijo: “No, lo que contamina su vida son sus sucios corazones”.

“No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre”

(Mateo 15:11)

A. ¿Qué es abuso espiritual?

La práctica del abuso espiritual ha existido desde que en el jardín del Edén la serpiente distorsionó y mintió acerca de la palabra de Dios a Adán y Eva. Con ello logró sembrar la duda en su mente respecto al carácter de Dios y su relación con sus criaturas. Por supuesto, la consecuencia fue que les atrajo más la idea de ser como Dios que seguir dependiendo de él. Ese pensamiento los llevó a confiar más en las palabras de Satanás que en las del Señor. A partir de entonces, sus descendientes seguimos luchando con este mismo problema. La serpiente le dijo a Eva:

“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?… No moriréis… sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”.

(Génesis 3:1, 4–5)

La serpiente distorsionó la palabra de Dios y sedujo a la primera pareja para que ¡tomaran aquel primer bocado!

El abuso espiritual como tal es un término relativamente nuevo. Las siguientes definiciones explican que los líderes pueden abusar de su posición de liderazgo:

• El abuso espiritual es el maltrato de una persona de parte de alguien que ostenta un puesto de autoridad espiritual cuya consecuencia es la disminución en la vitalidad y crecimiento espiritual de la persona.

• El abuso espiritual es usar de palabras o hechos religiosos para manipular a alguien más con el objeto de obtener ganancia personal o lograr sus propósitos, dañando así la relación de la persona con Dios.

• El abuso espiritual se puede definir en términos generales como cualquier mal uso o abuso de la Biblia donde se tuerce la verdad aunque no siempre provoque daño en la relación de la persona con Dios. La víctima en tal caso no es un individuo, sino la verdad en sí misma.

Pregunta: “¿Cuál es el meollo del abuso espiritual?”

Respuesta: La verdad central acerca del abuso espiritual es el excesivo control de los demás por sus líderes. El abuso espiritual es actuar de manera “espiritual” para beneficio personal movidos por el esfuerzo egoísta de controlar a otros. Es:

Actuar de forma espiritual para

Beneficio personal

Usando medios

Egoístas y

Esfuerzos personales

para controlar a los demás

Ejemplos:

—El pastor que utiliza la culpa para forzar la asistencia, las ofrendas o el servicio de la congregación

—El líder espiritual que saca ventaja emocional o sexual de sus aconsejados con el pretexto de darles “consuelo o compasión”

—La gente religiosa que acusa de rebeldía ante Dios a quienes están en desacuerdo con ellos

• El abuso espiritual es confiar en su “posición de autoridad” y su derecho percibido para manipular a las personas bajo su liderazgo y lograr sus propósitos egoístas. Sin embargo, sólo Dios tiene el derecho, la sabiduría y el poder de lograr sus planes y propósitos en la vida de quienes él creó.

“Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey”.

(1 Pedro 5:1–3)

El abuso espiritual no es:

• La disciplina en la iglesia

Dios ordenó a la iglesia aplicar la disciplina eclesiástica con el propósito de corregir y restaurar a la comunión con Dios y con la iglesia a los cristianos que caen en pecado. El enfoque de la disciplina de la iglesia no es el castigo, así que debe aplicarse en actitud de oración y con amor. La disciplina eclesiástica también tiene el propósito de salvaguardar la pureza del credo y conducta de la iglesia.

Ejemplo: El apóstol Pablo instruyó a la iglesia de Corinto que expulsara de su medio a un hombre inmoral.

“No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros”. (1 Corintios 5:6–7)

• Rechazo de las creencias teológicas torcidas de la persona

La iglesia debe evaluar a quienes enseñan la Biblia. La iglesia es “columna y baluarte de la verdad” y como tal, debe rechazar cualquier interpretación incorrecta o falsa doctrina de los fariseos.

“A los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros”. (Gálatas 2:5)

B. ¿Qué es legalismo?

“Haz esto… no hagas aquello… haz esto… no hagas aquello”.

¿Cuál era el propósito de la ley veterotestamentaria, en especial porque en la actualidad no estamos bajo ella? Es decir, ¿para qué nos sirven hoy los cientos y cientos de leyes y reglas que revelaban una norma suprema de santidad… pero que nadie podía cumplir a cabalidad? En vez de desanimar y entristecer al pueblo, la ley tenía la intención de demostrar a los hombres que eran pecadores y así llevarlos al Salvador quien satisfaría su necesidad de perdón de pecados.

Nadie cumple la ley a la perfección, así que nadie ¡puede ser salvo por la ley! Los requerimientos de la ley (la perfección) demuestran que todos necesitamos acudir al Señor para recibir misericordia y gracia. Sin embargo, entre la promulgación de la ley y la primera venida de Jesús, los líderes religiosos la habían torcido y abusaron tanto de ella, que parecía que se había convertido en el camino por el cual podían ser justificados delante de Dios. Así que la ley era un tipo de salvadora en sí misma y por sí misma.

Quienes acostumbraban la práctica externa de “síes y noes” se presentaban como personas justas, pero al mismo tiempo ocultaban la realidad de su malvado corazón. Entonces cuando llegó el Salvador, los líderes religiosos no lo reconocieron como tal y condenaron a quienes sí creían. Por lo tanto, Jesús se opuso abiertamente al legalismo religioso y el abuso espiritual de su tiempo. Su pueblo sufría por causa de aquellos que habían recibido la ley como encargo en las generaciones anteriores. El apóstol Pablo dijo:

“Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios; porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.… Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá”.

(Romanos 10:3–4; Gálatas 3:11)

El motivo principal detrás del abuso espiritual es el poder, y el legalismo es el instrumento principal por medio del que se obtiene ese poder.

Las siguientes declaraciones proveen una definición completa del significado del legalismo:

El legalismo es un sistema de vivir por la ley para poder progresar espiritualmente y ganar la bendición de Dios. Viene del vocablo latín legalis, que significa “ley”.

El legalismo es adherirse estrictamente a una lista de “haz y no hagas” como medio para obtener la aprobación de Dios.

El legalismo es el mal uso y abuso de la ley para aparentar ser una persona correcta actuando de manera incorrecta.

El legalismo es cualquier intento de ganarse o mantener el favor de Dios por medio del esfuerzo humano.

Pregunta: “¿Cuál es el meollo del legalismo?”

Respuesta: Confiar en nuestro esfuerzo personal para ganar la aprobación de Dios.

Confiar en nuestro propio

Esfuerzo para

Ganar la

Aprobación de

Dios

Ejemplos:

—La congregación que juzga a otra por la manera en que visten, adoran o la versión que usan de la Biblia.

—El líder espiritual que mira con desprecio a algunos miembros de su congregación porque los considera espiritualmente inmaduros.

• El legalismo es confiar en “la carne”, lo cual significa vivir por esfuerzo propio y confiar en nuestros logros personales cumpliendo una norma auto impuesta de justicia que nos hace ser arrogantes y despreciar a los demás.

Sin embargo, sólo Dios puede juzgar nuestras motivaciones. Solamente él conoce el corazón de cada persona.

“Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; pero Jehová pesa los espíritus”. (Proverbios 16:2)

El legalismo no es:

• Obedecer reglas y códigos

Toda organización, incluyendo la iglesia, escuelas y hogares, cuentan con sus propias reglas y normas. Son necesarias para que la organización funcione de manera adecuada.

Ejemplo: El apóstol Pablo instruyó a la iglesia de Corinto respecto a la forma en que debían conducirse en las reuniones religiosas.

“Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen. Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero. Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados. Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz”. (1 Corintios 14:29–33)

• Sometimiento a la autoridad

Dios estableció a las autoridades dentro de la iglesia, del hogar y del gobierno para nuestro propio bien. Esas autoridades proveen liderazgo, guía, protección y responsabilidad.

Ejemplo: El escritor de Hebreos explica cuál es la función de las autoridades y la manera en que los cristianos deben relacionarse con ellas.

“Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso”. (Hebreos 13:17)

• Tener normas personales para la vida cristiana

Dentro de los límites de los absolutos bíblicos, Dios nos da la responsabilidad de decidir cómo vamos a vivir la vida cristiana. Las decisiones que tomamos cada día en cuanto a cómo nos vamos a presentar ante los demás y cómo nos vamos a conducir entre ellos son el reflejo de nuestras normas. Tomar decisiones no es legalismo, aun si las decisiones que tomamos son más conservadoras que las de otros.

Ejemplo: A través de Josué, Dios dio al pueblo israelita la opción de servirle a él o no.

“Escogeos hoy a quién sirváis… pero yo y mi casa serviremos a Jehová”. (Josué 24:15)

C. Legalistas que abusan espiritualmente de los demás

Es apasionante, al punto de la intoxicación. Pero cuando no se supervisa o se controla, “el poder corrompe” según dice el adagio antiguo.

En muchos sentidos eran personas que habían comenzado bien. Los fariseos tenían en alta estima la ley mosaica, evitaban caer en la secularización e inflamaban el orgullo nacional a través de la manera en que enaltecían su herencia judía.

Pero terminaron muy mal. Su obsesión por cumplir la ley a cabalidad degeneró en su incorrecta aplicación, las reglas se volvieron más importantes que la gente y su nacionalismo produjo un sentido de superioridad sobre los demás. Eso es exactamente lo opuesto a los requerimientos para los líderes espirituales de la iglesia de Cristo.

“Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo”.

(Tito 1:7–8)

Aunque mucha gente tiene un corazón íntegro espiritualmente, la siguiente es una lista que incluye los puestos desde los que se comete abuso espiritual:

• Miembros de la familia religiosos y controladores

—Padres

—Esposos/Esposas

—Hijos

—Otros parientes

• Miembros de la iglesia manipuladores (son equivalentes en todas las religiones)

—Pastores/Sacerdotes/Capellanes/Obispos

—Misioneros/Evangelistas/Profetas/Apóstoles

—Maestros de Biblia /Mentores/Discipuladores/Intercesores

—Miembros del coro /Directores de coro /Líderes de alabanza

• Practicantes de sectas bajo cubierta

—Adivinadores /Psíquicos/Astrólogos

—Espiritistas/Médiums

—Magos/Brujas/Curanderos

—Maestros y líderes de parapsicología

• Sectarios de control mental

—Líderes de sectas

—Consejos directivos de las sectas /Miembros del concilio

—Entrenadores en las sectas

—Miembros herejes de las sectas

• Otros engañadores y dominadores

—Tele-evangelistas manipuladores/Líderes de ministerios para-eclesiásticos

—Consejeros amenazadores /Terapeutas/Consejeros

—Religiosos que amenazan las vecindades, escuelas y centros de trabajo

—Extremistas religiosos /Terroristas

D. Cuatro errores de interpretación de la ley

Por siglos, la gente ha discutido y debatido acerca de la ley que recibieron los israelitas por medio de Moisés. Aunque su significado parezca muy claro y sin complicaciones para las personas comunes y corrientes, los líderes religiosos hebreos la escudriñaban día y noche para buscar significados secretos y ocultos con el objeto de debatir entre ellos.

Los estudiosos de la ley escudriñaban la ley de Dios igual que un abogado secular escudriña la ley civil. Pensaban que era algo que ellos podían interpretar y aplicar a su antojo, en vez de ser para ellos una palabra que simplemente se debe obedecer. La consideraban complicada y le añadieron “enmiendas” para “simplificarla” y explicarla a la gente común. En ese intento, la distorsionaron y la torcieron al punto de que ésta llegó a ser irreconocible para su mismo autor y se constituyó en una piedra de tropiezo que impedía encontrar la salvación a quienes deseaban cumplirla.

• De igual manera, los cristianos del primer siglo se enfrentaron a opiniones contradictorias y a críticas por enseñar que Jesús había venido a librarlos de las demandas de la ley. Sus contendientes caían en tres categorías básicas y aún hoy los cristianos continúan enfrentando los mismos errores de interpretación cuando tratan de decidir qué hacer con la ley veterotestamentaria.

Galacianismo se refiere al propósito por el cual se escribió la epístola a los Gálatas, donde Pablo trató de corregir la falsa doctrina. Este error mezcla la ley y la gracia enseñando que la gracia es para la salvación, pero la ley rige el diario vivir. Es hacer buenas obras para alcanzar la perfección o ser santos para mantener lo que Cristo hizo posible por su muerte y resurrección. Esta enseñanza produce una iglesia local llena de estrés que ve a Dios como un padre criticón de quien debe ganarse el amor y la aceptación.

“Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?” (Gálatas 3:2–3)

Ceremonialismo es la doctrina que enseña que ciertas ordenanzas como la confesión, el bautismo y otros sacramentos son esenciales para recibir la salvación y atraer el favor de Dios. Aquí se mezclan los rituales y la gracia, enseñando que no es suficiente la gracia por sí sola, sino que debe ir acompañada de algo más. Eso produce una iglesia llena de presión que busca hacer suficientes buenas obras para ganarse y retener la aprobación de Dios.

“Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos”. (Hechos 15:1)

Antinomianismo proviene de los vocablos griegos anti, que significa “contra” y nomos que significa “ley,” es decir, “contra la ley”.

Esta doctrina enseña que bajo el evangelio de la gracia, quedamos libres de cualquier ley o estándar moral. Únicamente la fe es necesaria para la salvación. Por tanto, se rechaza cualquier regla de vida para agradar a Dios. Esto produce una iglesia local llena de anarquía que confunde la libertad en Cristo con libertinaje y retiene a sus miembros en la esclavitud de sus deseos pecaminosos y carnales y en constante conflicto con la palabra de Dios.

“Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo”. (Judas 4)

Pregunta: “¿Existe una ley para los cristianos?”

Respuesta: La Biblia dice que bajo el Nuevo Pacto, Dios colocó su ley en la mente y corazones de cada creyente. Además, todos tienen la ley interna que no es la ley de Moisés, sino la ley personal del Señor en cada uno de nosotros. Según Romanos 2:14–15: “Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos”.

Cristo habita dentro de cada verdadero cristiano y naturalmente poseemos su voluntad y poder sobrenaturales para obedecerle.

“Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré”. (Hebreos 10:16)

Él nos impulsa a querer y hacer su voluntad.

“Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. (Filipenses 2:13)

Él nos da poder para hacer aquello a lo cual nos ha llamado.

“Fiel es el que os llama, el cual también lo hará”. (1 Tesalonicenses 5:24)

E. Diferencias entre la ley y la gracia

Ley

Gracia

Propósito:

Mostrarnos nuestros pecados y la necesidad de estar bien con Dios.

Nos hace estar bien con Dios

“Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado”. (Romanos 3:20)

“Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia”. (Romanos 3:21–22)

Términos:

Nuestra responsabilidad

Dádiva de Dios

“Jehová tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón y con toda tu alma”. (Deuteronomio 26:16)

“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. (Romanos 6:23)

Motivación:

Temor/Premio

Amor

“Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén. Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios”.

(Deuteronomio 27:26; 28:1–2)

“Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron”.

(2 Corintios 5:14)

Enfoque:

Esclavitud/Obligación

Voluntad/Libertad

“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”. (Gálatas 5:1)

“Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra”. (Romanos 7:6)

Resultados:

Temor/Rechazo/Condena

Perdón/Aceptación/Reconciliación

“Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos”. (Santiago 2:10)

“Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo”. (Hebreos 8:12)

Énfasis:

Obras del hombre

Obra de Dios

“Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios”. (Romanos 4:2)

“[El creyente será] hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe”. (Filipenses 3:9)

Vive con base en:

La carne, recursos humanos

El Espíritu, recursos de Dios

“¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?” (Gálatas 3:3)

“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”. (Romanos 8:2)

Trata con:

Leyes, reglas y normas externas

Actitud interna del corazón

“Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques?” (Colosenses 2:20–21)

“Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios”. (Romanos 7:22)

Se relaciona con hacer/ser:

“Haz para ser”.

“Sé para hacer”.

“¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley”. (Gálatas 3:21)

“Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz”. (Efesios 5:8)

Principio operativo:

Esfuérzate y trabaja más.

Recibe, confía, descansa

“Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas” (Gálatas 3:10)

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. (Mateo 11:28)

Tipo de sistema:

Se basa en los logros

Se basa en recibir

“Mas Israel, que iba tras una ley de justicia, no la alcanzó. ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo”

(Romanos 9:31–32)

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe”. (Efesios 2:8–9)

F. Preguntas que confunden acerca de la ley

Pregunta: “¿Es mala la ley?”

Respuesta: No. La ley es la revelación del perfecto estándar de Dios respecto a la justicia. La Biblia dice:

“De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno”. (Romanos 7:12)

Pregunta: “Según la Biblia, ¿fue abolida la ley?”

Respuesta: No, Jesús no la abolió. Él la cumplió. Eso significa que la norma todavía existe, pero el método para alcanzarla ha cambiado del esfuerzo personal al poder del Espíritu, de las obras a la gracia.

“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir”. (Mateo 5:17)

Pregunta: “¿Qué significa que ‘Jesús la cumplió’?”

Respuesta: La ley era un pacto, un acuerdo, un contrato. Así como un constructor trabaja bajo un contrato para construir una casa, una vez que la termina, el contrato se cumple. El constructor no continúa trabajando en ella. Asimismo, Jesús cumplió con los requerimientos del contrato (la ley) por medio de sus enseñanzas y sus hechos. Él logró lo que nadie nunca había logrado por mérito propio. Luego, quien cumplió toda la ley fue sacrificado por nosotros, los que quebrantamos la ley.

“Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree”. (Romanos 10:4)

Pregunta: “¿Cuál es la diferencia entre legalismo y obediencia bíblica?”

Respuesta: La obediencia es el acto de conformarnos externamente a la norma justa de Dios e internamente al carácter de Cristo a través de la gracia de Dios.

—En el legalismo, el recurso es el esfuerzo personal, la motivación es quedar bien. El legalismo provoca orgullo y pretende acercarnos a Dios con base en nuestros méritos.

—En la obediencia, el recurso es el Espíritu de Dios, la motivación es glorificar a Dios. La obediencia resulta en humildad y en acercarnos a Dios con base en los méritos de Cristo.

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra”. (Ezequiel 36:26–27)

II. Características

Venían de lados opuestos. Uno de ellos era refinado, gozaba del respeto de los demás y se le reverenciaba. Después de todo, era fariseo. Él estaba “cerca” de Dios. El otro era un hombre despreciado y rechazado, se trataba de un recaudador de impuestos. Se le podría considerar un “renegado” espiritual. Ambos oraban a Dios, pero en su vergüenza, el recaudador no podía mirar hacia arriba en tanto que el otro se puso de pie y: “oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano” (Lucas 18:11–12).

Esa era la oración del fariseo. Pero a su lado estaba el recaudador de impuestos que golpeaba su pecho y clamaba: “Dios, sé propicio a mí, pecador” (Lucas 18:13).

Jesús enseñó esta parábola a quienes confiaban en su propia justicia, a los orgullosos espirituales que veían con desdén a todo aquel que no estaba a su “altura”. El recaudador de impuestos expresó con humildad su dependencia de Dios y recibió el perdón de pecados.

“Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido”.

(Lucas 18:14)

A. Características de grupos que abusan espiritualmente de los demás

Algunos grupos religiosos no practican el abuso espiritual, otros abusan de la gente en algunas ocasiones y otros abusan grandemente de los demás. La gente vulnerable al abuso espiritual continuo pertenece a grupos donde el poder está concentrado en altas esferas de autoridad y someten a los miembros normales a sus propias leyes. Por lo tanto, la estructura de la organización religiosa es de vital importancia cuando se trata de identificar un caso probable de abuso espiritual. El apóstol Pedro refleja humildad de corazón, imprescindible para todo líder espiritual. Él dijo:

“Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey”.

(1 Pedro 5:1–3)

Los líderes espirituales que abusan son…

• Autoritarios

—Hacen implicaciones de que Dios se comunica con su pueblo solamente a través de la jerarquía del poder

—Aseguran que Dios mismo los estableció como líderes

—Se jactan de que ellos hablan en nombre de Dios y esperan el apoyo y obediencia de sus seguidores

“Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”. (Mateo 23:12)

• Se interesan mucho por su imagen

—Buscan presentar una imagen de perfecta justicia

—Cambian su historia personal presumiendo una relación especial con Dios

—Minimizan o cubren sus errores y defectos de carácter

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia”. (Mateo 23:27)

• Sofocan cualquier brote de quejas

—Los líderes toman todas las decisiones y sólo informan de ellas a los miembros

—Sostienen que todo aquel que cuestiona cualquier cosa acerca de la organización está en abierto desafío a la autoridad de Dios

—Suprimen el pensamiento individual diciendo que tales personas levantan dudas acerca de Dios

“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. (Hebreos 4:16)

• Perfeccionistas

—Demandan obediencia ciega

—Condenan los fracasos de cualquier tipo o magnitud

—Promueven el orgullo, elitismo y arrogancia

“Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu”. (Proverbios 16:18)

• Desequilibrados

—Presumen de su forma especial de ser para afirmar y validar que gozan de una relación “especial” con Dios

—Ponen excesivo énfasis en los detalles

—Aplican la ley bíblica al extremo

“Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello”. (Lucas 11:42)

• Persuasivos

—Usan cualquier tipo de táctica para que sus seguidores hagan a un lado la lógica y obedezcan lo que exigen de ellos

—Demandan sumisión total diciendo que los mensajes que reciben provienen directamente de Dios

—Engañan a sus seguidores presentándose como los únicos que pueden interpretar correctamente la palabra de Dios a su pueblo

“Queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman”. (1 Timoteo 1:7)

• Amenazadores

—A menudo amenazan a los miembros con castigos o los excomulgan para lograr sus fines

—Asustan a los demás con la condenación eterna para mantenerlos sumisos

—Predicen la ruina económica o una enfermedad física grave para garantizar su obediencia total

“Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños? Coméis la grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis, mas no apacentáis a las ovejas” (Ezequiel 34:1–3)

• Aterrorizan

—Inculcan en sus miembros temor, vergüenza, duda de sí mismos, confusión en su identidad y culpabilidad

—Culpan a la congregación por los problemas dentro de la organización

—Ponen demasiado énfasis en los problemas de sus seguidores y presentan como única solución la estricta obediencia a sus normas

“No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia”. (Ezequiel 34:4)

• Condenatorios

—Profieren condenas a los que están fuera de su grupo y sobre cualquiera que decida salirse de la congregación

—Enseñan que si alguien se desvía de las enseñanzas de los líderes, se unirá a las filas de los condenados

—Usan chivos expiatorios para explicar las fallas dentro de la organización

“¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?” (Mateo 7:4)

• Discriminatorios

—Promueven la jerarquía eclesiástica

—Se relacionan con la gente según sus títulos y funciones

—Enseñan a los miembros comunes que sus necesidades son menos importantes que las de los líderes

“¡Ay de vosotros, fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas”. (Lucas 11:43)

• Legalistas

—Manifiestan que la aprobación y la aceptación se basan en los logros y la posición que se ostente dentro de la organización

—Esperan de los miembros sacrificios extremos de dinero, tiempo y energía por el bien de la organización

—Colocan pesadas cargas sobre la gente con sus excesivas demandas que supuestamente Dios prescribe por medio de sus líderes

“¡Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía!” (Isaías 10:1)

• Aislacionistas

—Declaran que las relaciones interpersonales fuera de la congregación son negativas y destructivas

—Exhortan a los miembros a minimizar o descontinuar cualquier contacto con familiares, amigos y el mundo exterior

—Presentan al mundo exterior como el lugar de pecado grotesco, de tentación y sin posibilidad alguna de redención

“Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo”. (1 Timoteo 5:8)

Básicamente, el legalismo es una actitud en la que se ve a Dios como pronto para juzgar, como un maestro severo y juez malo. La percepción de uno mismo es de falta de confianza en sí mismo, lo que provoca frustración, fracaso y auto-condenación. La actitud hacia los demás es de orgullo y exclusividad, lo cual provoca frustración, temor y resentimiento hacia los demás.

B. Síntomas de la víctima del abuso espiritual

Algunas enfermedades van acompañadas de síntomas como la fiebre y diversos dolores. Los síntomas no son el problema, sino resultado del problema real, la enfermedad en sí. El abuso espiritual y el legalismo son como una enfermedad, porque también producen síntomas que algunos confunden con el verdadero problema. Lea los siguientes síntomas y marque si alguno se aplica a usted para saber si es víctima de abuso espiritual o del legalismo.

“Y él dijo: ¡Ay de vosotros también, intérpretes de la ley! porque cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las tocáis… ¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis”.

(Lucas 11:46, 52)

Legalismo

La autoestima es muy baja

—¿Siente que merece el abuso?

—¿Siente que debe asumir la culpa?

—¿Siente que debe recibir condena?

Excesivamente temeroso

—¿Teme la desaprobación o condena de los demás?

—¿Teme a las personas que están en autoridad?

—¿Tiene temor de los problemas?

Gran culpabilidad

—¿Siente que es un fracaso?

—¿Siente vergüenza?

—¿Siente que su corazón desfallece?

Antagonismo hacia sí mismo

—¿Se siente frustrado porque no es perfecto?

—¿Está enojado porque no puede cumplir todas las reglas?

—¿Siente que pierde la paciencia consigo mismo y los demás?

Limitada honestidad

—¿Siente que debe ponerse una máscara para esconder su verdadero yo?

—¿Piensa que si los demás lo conocieran tal como es, lo rechazarían?

—¿Evita estar cerca de los demás?

Irritación en las relaciones

—¿Le cuesta trabajo decir que no?

—¿Siente que no lo perdonan?

—¿Se compara con los demás y se mantiene a distancia?

Suficiencia personal

—¿Trata de ganarse el amor de los demás por medio de sus logros?

—¿Siente que tiene que hacerlo todo a la perfección para que no lo rechacen?

—¿Siente que debe tener el control de las cosas para sentirse seguro?

Meticuloso al cumplir los detalles

—¿Le da prioridad a las cosas externas como cumplir reglas y reglamentos?

—¿Le cuesta trabajo poner límites?

—¿Le da prioridad a las acciones externas y no a las necesidades internas?

Ofendido

—¿Se ofende con facilidad?

“Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1 Samuel 16:7)

C. Señales de alguien que podría cometer abuso espiritual

Al igual que con todo los demás tipos de abuso, hay ciertas situaciones que son más propicias que otras para que el “lobo” espiritual se aproveche de la “oveja” ingenua. Si usted sospecha que se está dando abuso espiritual, revise si algunas de estas condiciones se puede aplicar al líder.

“El simple todo lo cree; mas el avisado mira bien sus pasos”.

(Proverbios 14:15)

Podría haber abuso espiritual si el líder de un grupo religioso es:

• Autoritario: demanda obediencia sin cuestionamientos

• Controlador: se mete en aspectos íntimos de la vida de los demás

• Énfasis en el desempeño: ponen énfasis en lo externo y no en las cualidades internas

• Hipócritas: emplean un manto de espiritualidad para esconder sus motivaciones carnales

• Rígidos: inventan normas complicadas y extra bíblicas que se deben obedecer

• Engañosos: tuercen la verdad de la palabra para respaldar sus opiniones y deseos personales

“Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; pero Jehová pesa los espíritus”

(Proverbios 16:2)

D. ¿Es usted susceptible a abusar espiritualmente a otros?

Hay gente que reconoce el comportamiento abusivo, pero muchos se rehúsan a aceptarlo y a responder a las acusaciones con una actitud defensiva y negándolo todo. Si en alguna ocasión alguien le ha sugerido que quizá usted este abusando espiritualmente, debe hacerse un auto examen para ver si esto es así.

“He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría”.

(Salmos 51:6)

Además, si sospecha que alguien está abusando de los demás, hágase la siguiente prueba con él…

Prueba de sí mismo

□ ¿Soy… autosuficiente?

“¿Pienso que estoy bien con Dios simplemente porque soy auto disciplinado, que uso las palabras correctas y hago las obras correctas? ¿Vivo mi vida haciendo las cosas confiando en mi capacidad de hacerlas en vez de recordar que mi capacidad viene de Dios?” Lea lo que dijo Pablo:

“Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios”. (Romanos 4:2)

□ ¿Me… sirvo a mí mismo?

“¿Hago el bien por las motivaciones equivocadas? Si soy totalmente sincero, ¿deseo agradarme a mí más que agradar a Dios?” El Señor Jesús dijo:

“Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”. (Mateo 6:2)

□ ¿Soy… justo a mis propios ojos?

“¿Me enorgullezco de mis obras piadosas, pero olvido darle la gloria a Dios por haberme dado la capacidad de hacer lo que hago?” (En realidad, me atribuyo el crédito que Dios y los demás merecen). Cuando Dios me ve, ¿me ve como hipócrita y demasiado orgulloso porque trato de presentarme como el más santo de los santos?” Reconozca que Jesús dijo:

“Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos”. (Mateo 6:1)

□ ¿Me… centro en mí mismo?

“¿Estoy más interesado en lo que he hecho bien en vez de reconocer las cosas buenas que los demás han hecho? ¿Me atribuyo el crédito de mis logros cuando debería reconocer que todo viene de Dios?” Lea lo que dijo Pablo:

“Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere”. (Romanos 15:17)

□ ¿Me… promuevo a mí mismo?

“¿Lucho por figurar ante los demás, o dejo que Dios sea quien me felicite, si así lo quiere? ¿Trato de manipular las circunstancias para que la gente me vea a mí?” Reconozca lo que dijo Pablo:

“Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios”. (Romanos 4:2)

□ ¿Soy… auto-protector?

“¿Permito a los demás conocerme tal como soy o levanto barreras para que no se me acerquen? ¿Reconozco que lucho en ciertas áreas de mi vida, o pongo una fachada falsa para que piensen bien de mí?” El Señor Jesús dijo:

“Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad”. (Mateo 23:28)

□ ¿Me… tomo demasiado en serio?

“¿Me siento importante porque cumplo religiosamente mis tradiciones, las reglas humanas y las normas?” Reconozca que Pablo dijo:

“Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses; mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros”. (Gálatas 4:8–11)

□ ¿Estoy… centrado en mí mismo?

“¿Soy hipersensible, criticón, falto de amor, intolerante y condeno a los demás? ¿Me es difícil aceptar a otro creyente que piense diferente a mí?” Lea lo que dijo Jesús al respecto:

“En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo… [Él respondió] Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes; porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo”. (Mateo 12:1–2, 7–8)

III. Causas

¿Cuáles son las creencias detrás del legalismo? El trabajo de tiempo completo para un legalista es tratar de mantenerse acepto delante de Dios. Él concibe a Dios como un juez y no como un padre que derrama bendiciones sobre sus hijos. Pero la palabra de Dios dice que él nos acepta cuando aceptamos a Cristo y no por nuestros esfuerzos. Los creyentes no van a sufrir el juicio de Dios puesto que Cristo ya lo hizo a su favor en la cruz del Calvario.

“Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”.

(Hebreos 9:28)

A. ¿Por qué algunas personas caen presa del legalismo?

Son muchas las razones por las que la gente es susceptible a caer en la trampa de los legalistas o espiritualmente abusivos. Algunas de estas razones son…

• Sus padres son legalistas…

El legalismo dentro del hogar puede entrenar a un hijo a hacer las cosas bien para agradar a los demás o bien, podría orillarlo a rebelarse contra la rigidez e hipocresía típica de los legalistas.

—Los hijos de personas legalistas y autoritarias son propensos a concebir a Dios como áspero, demandante, inmisericorde y falto de perdón. Esa idea da como resultado la obediencia basada en el temor

…presenta problemas reales

—El legalismo no propicia un ambiente de amor hacia Dios basado en su amor por nosotros. Ni promueve un corazón inclinado a agradarle por medio de una vida conforme a su palabra.

—Los hijos se desarrollan mejor cuando crecen en un hogar cristiano donde sus padres son amorosos, piadosos y reflejan a Dios como Padre compasivo que nos consuela en las dificultades, nos disciplina en amor y suple nuestras necesidades por su misericordia.

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.… Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”. (2 Corintios 1:3–4; Santiago 1:17)

• Se siente insignificante y rechazado ante Dios…

El legalismo promueve la “regla exacta”, que se fundamenta en las normas de parte de los líderes, como una manera objetiva de medir su posición delante de Dios.

El legalismo provee disciplina, la gente perfeccionista se exalta como modelo de disciplina en un ambiente legalista.

…presenta problemas reales

—El legalismo incrementa la culpabilidad en vez de aliviarla. Además no provee seguridad de la salvación.

—No manifiestan humildad delante de Dios, más bien son orgullos y en ocasiones se desaniman de tal manera que dan la espalda a Dios.

“Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”. (1 Pedro 5:5)

Se siente presionado por sus amigos cristianos

Los legalistas se sienten con derechos. Se presentan ostentando autoridad espiritual y por lo tanto, con el derecho de recibir el apoyo inmediato y obediencia incondicional.

Los compañeros legalistas condenan a los que se rebelan y aceptan a los que sí están de acuerdo con ellos, lo cual crea una enorme presión para ceder.

…presenta problemas reales

—El legalismo no puede hacer que la gente piense, sienta, razone o crea lo mismo, ni ofrece la paz de Dios que surge al conocer su amor y aceptación incondicional.

—Los cristianos necesitan compartir sus luchas para orar unos por otros y crecer juntos en la gracia de Dios. Cuando esto sucede se crean lazos profundos de amor cristiano y relaciones significativas.

“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”. (Santiago 5:16)

• Cuando se es miembro de una iglesia legalista que carece de gracia…

El legalismo hace énfasis en el “hacer”: testificar, disciplinar, enseñar, asistir a todas las actividades requeridas y todo lo demás que se espera de los miembros.

La actividad legalista brota de la necesidad de actuar delante de Dios para lograr satisfacer sus requerimientos de justicia y ganar su aprobación.

…presenta problemas reales

El legalismo no puede ofrecer a la gente la seguridad espiritual que brota de la seguridad del perdón de Dios, de su amor y aceptación incondicionales.

—La actividad cristiana emana del amor a Dios y de su gracia.

“Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”. (2 Corintios 9:8)

B. Causas para ser víctima de abuso

Puede ser muy difícil salirse de una iglesia donde ha habido abuso espiritual, porque generalmente los pastores se valen de la intimidación y la vergüenza para evitar que sus miembros se vayan. Usted debe hacer esto a un lado por difícil que parezca y salir huyendo porque su vida espiritual ¡depende de ello! Tome los siguientes pasos para escapar:

Hágase las siguientes preguntas:

¿Existe una autoridad irrefutable en la iglesia?

¿No hay respuesta a mis preguntas?

¿Se me demanda obediencia absoluta?

¿Existe una larga lista de reglas respecto al vestido, el peinado u otras actividades?

¿La iglesia es la que juzga a quienes no cumplen todas estas reglas?

¿Esta iglesia se considera “la única”?

¿Insiste la iglesia en tomar decisiones importantes por mí?

¿Se consideran “apóstatas”, “traidores”, o “condenados” a los que se salen de la iglesia?

¿La iglesia ridiculiza a la gente en público?

Ore todos los días usando las palabras del rey David para reafirmar su confianza en que Dios lo guardará y protegerá.

“Porque tú eres mi roca y mi castillo; por tu nombre me guiarás y me encaminarás. Sácame de la red que han escondido para mí, pues tú eres mi refugio”.

(Salmos 31:3–4)

Repita lo siguiente por cada abuso que se haya cometido en su iglesia

“Mi iglesia estaba fuera de lugar cuando (escriba el abuso) y lamento haber practicado una ofensa similar en mi propia vida”.

C. Causas que atraen a la gente hacia el abuso espiritual

Las víctimas de abuso espiritual generalmente sienten que necesitan trabajar para agradar a Dios o que necesitan recibir castigo. La culpabilidad que sienten puede estar basada en culpa verdadera por causa de su pecado. Sin embargo, es más frecuente que se trate de culpa falsa por pecados ya confesados y perdonados, o por pecados imaginarios. Ese tipo de persona ha vivido una serie de relaciones abusivas que por lo general comienzan con sus padres u otras autoridades excesivamente rígidos. La gente que asiste a iglesias donde hay abuso espiritual por lo general…

• Crecieron en un ambiente de abuso o manipulación por parte de alguien a quien amaban

—Recibieron disciplina injusta y severa por transgresiones mínimas o imaginarias

—Recibieron amenazas para obedecer los deseos de sus padres

• Fueron ignorados o tuvieron un apego enfermizo con uno o los dos padres

—Se les ignoró o se les hizo sentir insignificantes

—Se les hizo responsables de llenar las necesidades emocionales de sus padres

• Se les avergonzó y minimizó frecuentemente

—Se les humilló frente a los demás y se les hizo sentir que eran malos

—Se les dieron apodos degradantes y fueron objeto de constantes críticas

• Provienen de hogares demandantes

—Fueron incapaces de agradar a sus padres

—Siempre se les presionó a ser los mejores y a nunca cometer errores

• Perciben a Dios como un tirano que demanda normas imposibles de lograr

—Ven a Dios como un “observador” que está esperando el momento de castigar cualquier pensamiento o acción incorrectos, sin importar cuán pequeños o insignificantes sean.

—Sienten que Dios tiene expectativas irreales y que es imposible agradarlo

• Están obsesionados con quién tiene la culpa

—Se centran constantemente en sus faltas y fracasos

—Viven con el sentimiento de auto-reproche y lamento

• Son incapaces de aceptar la gracia y el perdón

—Están convencidos de que su responsabilidad y el pago por sus errores no se puede transferir a otra persona

—Viven impulsados por una urgente necesidad de sufrir y pagar por sus malos hechos

• Tienen baja auto estima

—Están convencidos de que poseen poco o ningún valor

—Se sienten inferiores a los demás y que no merecen nada

“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”.

(Colosenses 2:8)

D. ¿Qué pensamiento erróneo lo tiene esclavizado?

Si ha descubierto que usted forma parte de una relación de abuso, puede estar seguro de que ciertas situaciones lo orillaron a ello… y lo han mantenido así. Será de gran ayuda descubrir cuáles son esas situaciones si está luchando por salir de esa relación y ser libre.

Si no está seguro de los patrones de pensamiento que lo orillaron a esa relación de abuso, analice cuáles son, luego reemplácelos y así sus decisiones tomarán otro rumbo. Luego sus acciones ¡cambiarán su vida! Igual que Job, lo que piensa determinará lo que siente y finalmente ello dirigirá su toma de decisiones.

“Aun yo mismo, cuando me acuerdo, me asombro, y el temblor estremece mi carne”. (Job 21:6)

Hágase las siguientes preguntas:

¿Temo pedir cuentas a las autoridades espirituales?

¿Temo hacer preguntas en la iglesia?

¿Tengo temor de leer la Biblia por mí mismo?

¿Siento que necesito obedecer una lista de reglas no escritas?

¿Me he vuelto muy criticón?

¿Siento demasiada culpa?

¿Me preocupa que me evidencien delante de los demás por mi pecado?

¿Tengo miedo a tomar decisiones por mí mismo?

¿Siento culpa sólo de pensar en irme de la iglesia?

¿Tengo la tentación de regresar a esa iglesia donde se practica el abuso?

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

(Romanos 12:2)

E. ¿Por qué permite Dios el abuso espiritual?

Esta pregunta puede formularse de varias maneras y se ha hecho en todos los países y culturas: “¿Cómo puede un Dios de amor permitir el abuso?” Pero más aún, ¿por qué permite el abuso espiritual? La pregunta es lógica. También lo es su respuesta.

• Cuando Dios creó a Adán y a Eva les dio “libre albedrío”. Esto significa que no hizo robots preprogramados para cumplir su voluntad. Les fue dada la “libre elección”. Esa libertad les daba la posibilidad de actuar contra la voluntad de Dios, hasta el punto de abusar de otros.

• Ser “libres” significa que tenemos tanto la oportunidad de decidir hacer lo malo como la capacidad de hacerlo. Eso es exactamente lo que hizo la primera pareja: Ellos decidieron ejercer su libre albedrío e ir contra la voluntad de Dios. Por eso el pecado pasó a toda la raza humana.

• La libertad es ser capaces de decidir entre diversas opciones sin presión externa. Dios no fuerza a nadie a pecar. Ello implicaría que Dios es el autor del mal. Pensaríamos en un Dios malo, lo cual es imposible.

• Dios permite que sea posible el abuso espiritual porque le dio al ser humano libertad de elección, pero el ser humano lo hace realidad cuando decide pecar. Sí, Dios permite el pecado, pero somos nosotros los que lo provocamos como resultado de nuestras decisiones.

Aunque es cierto que Dios permite el abuso espiritual, ¡él lo aborrece!… Los piadosos también lo rechazan. Proverbios 8:13 dice: “El temor de Jehová es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco”.

Recuerde que él juzgará a los que pecan y a los que lastiman a sus seguidores. La Biblia declara con claridad:

“No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”.

(Romanos 12:19)

F. La raíz del problema

El abuso espiritual es el mal uso y abuso de una posición de poder, liderazgo o influencia para sacar beneficio personal de alguien que lo que necesita es ayuda. David Henke de la Fraternidad Watchman escribe acerca de los que abusan espiritualmente de otros: “Algunas veces el abuso surge por cuestión doctrinal y otras por las necesidades legítimas del líder que trata de satisfacerlas por medios ilegítimos”.

La gente que comete abuso espiritual frecuentemente busca el poder a través del legalismo y la autoridad.

G. Causa de raíz del legalismo

Creencia errónea de la víctima:

“La aceptación divina depende de mi cumplimiento de sus mandatos. Esa es la única forma en que puedo recibir su aprobación”.

“¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?” (Gálatas 3:3)

Creencia correcta:

“La ley de Dios me muestra mi pecado y me lleva a Cristo, quien es el único que puede salvarme de mis pecados. Cuando deposito mi fe en Cristo y no en la ley, experimento libertad en él. El Espíritu de Cristo que vive en mí me da tanto el deseo como el poder para vencer el pecado en mi vida y conducirme de manera que lo agrade a él”.

“De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo”. (Gálatas 3:24–25)

H. Causa de raíz del abuso espiritual de parte del líder

Creencia errónea del que abusa:

“Dios me ha dado la autoridad especial que me coloca sobre los demás y me da el derecho de recibir un trato especial. Tengo más autoridad y conozco mejor a Dios que todos los demás. Por lo tanto, merezco que me obedezcan. Lo que hago es lo que Dios quiere y nadie me debería cuestionar por ello. Mi voluntad es la de él, así que nada se me debe negar”.

Creencia correcta:

“Soy el “siervo” elegido de Dios y por tanto tengo que proteger y proveer para el rebaño de Dios con un corazón totalmente comprometido con él y su santa palabra. Debo amar a Dios y servir a su pueblo con corazón íntegro y debo vivir una vida digna de su llamamiento. Soy pastor de Dios y debo entregar mi vida por sus ovejas así como él también lo hizo por mí y por ellos”.

“En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos”. (1 Juan 3:16)

Pregunta: “¿Cómo puede el abuso ser obstáculo para la salvación?”

Respuesta: Cuando los niños escuchan la palabra “Dios Padre”, inconcientemente piensan en sus propios padres, o en la persona más significativa en autoridad sobre sus vidas y luego sobreponen las características de ese adulto en Dios.

—Si esa persona en autoridad es confiable, el niño considerará a Dios como alguien digno de su confianza.

—Si el adulto es todo lo contrario, entonces el niño no podrá confiar en Dios.

El resultado de todo ello es que se dificulta la capacidad de confiar en un Dios de amor. Por lo tanto, cuando los “pastores espirituales” abusan de su posición, muchos del rebaño pierden la fe, porque sienten que no pueden confiar sus vidas al Señor de la salvación. Esa es la razón por la que aquellos que han sido víctimas del abuso necesitan creer con todo su corazón estas palabras de aliento…

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”. (Proverbios 3:5–6)

I. CARACTERÍSTICAS QUE LLEVAN A UNA TRANSFORMACIÓN DE VIDA

Era tarde en la noche. ¿Por qué no temió acercarse bajo el manto de la oscuridad? ¿Porque no temió molestar a sus amigos religiosos fariseos? La verdad es que él no era como todos los demás, orgulloso, engreído y jactancioso. Ese humilde hombre buscaba la verdad y respetaba a Jesús como maestro. Pero lo que escuchó de él no tenía sentido. Nicodemo era un fariseo miembro del Sanedrín y se esforzó en gran manera por entender la declaración absurda que hizo Jesús: “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3).

¿Nacer de nuevo? Preguntó Nicodemo: “¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?” (Juan 3:4). Con paciencia, el Señor Jesús le explicó que ese nacimiento supera por mucho al nacimiento físico. Después, Nicodemo volvió a preguntar de manera enfática: “¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?”, lo que significa literalmente “nacer de arriba” (Juan 3:7).

Jesús no dio opción a Nicodemo. De la misma manera que nosotros tampoco la tenemos. No es suficiente estar vivos físicamente. Tenemos que nacer espiritualmente. Si queremos escuchar el consejo de Dios, no podemos estar muertos espiritualmente, debemos estar vivos, ¡debemos nacer de nuevo!

Cómo tener un cambio de vida

Existen cuatro verdades espirituales que necesita saber.

#1 Su problema. Usted (como todo el mundo) ha decidido pecar.

Todos hemos decidido hacer lo malo, todos hemos pecado, ninguno de nosotros es perfecto. Cada vez que decidimos seguir nuestro propio camino y no el de Dios, la Biblia nos dice que “cometemos pecado”.

“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”. (Isaías 53:6)

#2 Su posición. Su pecado lo separa de Dios (esta es la muerte espiritual).

Dios no tiene pecado alguno (él es perfecto). Por lo tanto, nuestro pecado es una ofensa ante él. Eso incurre en un pago o consecuencia. La Biblia dice que el resultado de nuestro pecado es estar separados de la presencia de Dios. Esa separación se llama muerte espiritual.

“Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios”. (Isaías 59:2)

“Porque la paga del pecado es muerte”. (Romanos 6:23)

#3 Su provisión. Dios ha provisto una forma en la que usted puede evitar sufrir la consecuencia de la muerte.

El pecado es algo muy grave, porque nos separa de Dios. Dios es justo y no puede ignorar nuestro mal proceder. Pero al mismo tiempo nos ama y no quiere que estemos separados de él. Él tiene que castigar nuestro pecado, pero no quiere que muramos y vivamos eternamente separados de él. Por esa razón, el Padre celestial envió a su propio Hijo Jesús para que al venir a la tierra muriera en la cruz para pagar por nuestro pecado. Jesús decidió pagar la cuenta de nuestros pecados. Nosotros merecíamos la muerte, pero Cristo murió en nuestro lugar.

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. (Romanos 5:8)

#4 Su parte. Usted puede pasar de muerte a vida espiritual ahora mismo.

Debemos buscar el perdón de la manera que Dios lo ha revelado en su palabra. Usted necesita confiar en que Jesucristo murió en su lugar. Pídale que entre en su corazón y que tome el control de su vida. Ese es el único plan aceptable delante de Dios. Jesús dijo:

“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. (Juan 14:6)

Cuando cree (confía) en Jesús solamente como quien pagó por su pecado y somete su voluntad a la de él, recibe el perdón de sus pecados. Y cuando recibe el perdón recibe la limpieza de todos ellos (pasados, presentes y futuros) y es salvo de la separación eterna de Dios (muerte espiritual) La Biblia dice:

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”. (Juan 3:16–17)

Si desea recibir el perdón total de Dios, si quiere pasar de muerte a vida espiritual, puede hacerlo de manera sencilla, pero de todo corazón, haciendo la siguiente oración:

Oración de salvación

“Señor Jesús, te necesito. Reconozco que he pecado. Entiendo que el castigo por mi pecado es la muerte, es decir, estar separado espiritualmente de ti. Pero por tu gran amor creaste un plan para salvarme. Creo que tu palabra es verdad y que enviaste a Jesucristo a pagar por la pena que yo debía haber pagado. Jesús, gracias por morir en la cruz por mis pecados y por haber sufrido en mi lugar. En este momento te pido que entres a mi vida para ser mi Señor, mi Dios y mi Salvador. Toma el control de mi vida y haz de mí la persona que tú quieres que yo sea. Gracias por tu amor incondicional. Y gracias por tu misericordia. En tu santo nombre. Amén”.

Si usted oró así con toda sinceridad, ¡escuche lo que Dios tiene que decirle!

“Porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”.

(Jeremías 31:34)

IV. Pasos Para Encontrar la Solución

¡Andan al acecho! En forma sigilosa, rodean y observan cuidadosamente esperando el tiempo preciso para acorralar a los desprevenidos. Con astucia reconocen a las más vulnerables y detectan a las ovejas más indefensas. Se recuestan esperando a la más débil. Y luego se mueven despacio para satisfacer su hambre insaciable y se abalanzan sobre aquella de la cual pueden obtener mayor ganancia.

Cuando llega el momento, caen sobre su presa desprotegida e indefensa. Estos son los “lobos vestidos de ovejas”, los lobos con máscaras lanudas que se confunden entre las demás ovejas. Son los lobos rapaces a los que Jesús se refería cuando dijo:

“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”.

(Mateo 7:15)

A. Versículo clave para memorizar

Abra su corazón a Dios y él le guiará a una vida recta a través de la morada de su Espíritu en usted, que nunca falla, y no por los mandatos rígidos o el abuso del poder. Como creyente usted ha sido ¡completamente aceptado como hijo suyo! Viva en esa libertad de su amor y confíe en que él está obrando para transformarlo en la persona que él quiere que sea.

“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”.

(Gálatas 5:1)

B. Pasaje clave para leer y meditar

Epístola a los Gálatas

“¿Quién os fascinó?” exclamó el apóstol Pablo. Él estaba alarmado porque sus amigos creyentes habían caído en el engaño de los falsos maestros. Esos legalistas “cumplidores de la ley” insistían en que los jóvenes creyentes debían someterse a las antiguas leyes porque según ellos eran necesarias para la salvación… y necesarias para tener una reputación correcta dentro de la iglesia.

Cuando Pablo escuchó eso, se sintió fuertemente impelido a reafirmar el hecho de que el evangelio de la salvación es por fe solamente. De manera enfática rechazó la doctrina de que es necesario cumplir otro requerimiento legal para ganar la salvación de Dios y reafirmó que recibimos el Espíritu de Dios por la fe sola en el Señor Jesucristo. Las afirmaciones de Pablo siguen vigentes para nosotros hoy para…

Vivir por la fe y no por la ley.

Gálatas 3:1–14—Paráfrasis

v. 1 ¡No sean insensatos! No se dejen engañar pensando que serán salvos por cumplir la ley.

v. 2 Háganse la pregunta: “¿Recibieron el Espíritu Santo por obedecer la ley o por depositar su fe en el mensaje del evangelio que escucharon?”

v. 3 ¡No sean ciegos! Después de que empezaron a vivir por la fe en la competencia del Espíritu, no piensen que tendrán éxito confiando en sus capacidades humanas para cumplir la ley.

v. 4 ¿De nada han servido sus dolorosas experiencias bajo la ley?

v. 5 ¡Alto, piensen! ¿Dios está obrando en su vida porque ustedes han obedecido la ley o porque han depositado su fe en Jesucristo?

v. 6 Piensen en Abraham. Dios lo declaró justo por su fe.

v. 7 Por lo tanto, todos los que viven por fe son verdaderos hijos de Abraham.

v. 8 La Biblia profetizó que aun los gentiles iban a ser salvos por la fe (como Abraham) y le dijo a él: “serán benditas en ti todas las familias de la tierra”.

v. 9 Por tanto, los que tienen fe son bendecidos junto con Abraham, a quien se le llama “hombre de fe”.

v. 10 Si confían en el cumplimiento de la ley están condenados, porque ¡es imposible obedecerla en su totalidad!

v. 11 Nadie es salvo ante Dios por cumplir la ley. Los justos viven por fe.

v. 12 La ley no es un asunto de fe, sino una medida de “obras”.

v. 13 Cristo nos salvó de la maldición de la ley y se hizo maldito por nosotros.

v. 14 El propósito de Dios es claro. Las promesas a Abraham también se aplican a los gentiles a través de Jesucristo, pero solamente puede ser ¡por la fe, y por la fe sola!

C. ¿Cuál es la diferencia entre verdadero pecado y pecado fabricado por el hombre?

Uno de los problemas que Jesús confrontó con los fariseos era que aumentaban las leyes de Dios, además de que formulaban sus propias leyes y las equiparaban con las divinas. Entonces la gente se sentía sobrecargada con literalmente miles de minucias de mandatos acerca de qué hacer y qué no hacer para estar bien delante de Dios.

Se encontraban tan abrumados evaluando sus acciones, que no tenían tiempo ni para pensar en Dios o en crecer en su relación personal e íntima con él; no tenían tiempo para centrarse en su amor, su gracia, misericordia, su gloria, su carácter, su bondad, su provisión, su compasión, sus bendiciones y su plan y propósitos específicos para sus vidas.

No podían distinguir entre lo que el hombre consideraba pecado y lo que Dios marcaba como tal. Por ello, en su Sermón del Monte, Jesús dio un discurso revolucionario para todos. Les reveló el corazón de Dios para que vieran el espíritu de la ley y la interpretaran correctamente. Hoy en día tenemos la misma necesidad. Jesús dijo:

“Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Oísteis que fue dicho a los antiguos.…

Pero yo os digo.…

Oísteis que fue dicho.…

Pero yo os digo.…

Además habéis oído que fue dicho a los antiguos.…

Pero yo os digo.…

Oísteis que fue dicho.…

Pero yo os digo.…

Oísteis que fue dicho.…

Pero yo os digo.…

(Mateo 5:20–22, 27–28, 33–34, 38–39, 43–44)

Si desea conocer el corazón de Dios para hacer distinción entre lo que él considera pecado y lo que el hombre ha prescrito, necesita…

• Hacer preguntas específicas

—¿Dice la palabra de Dios que esto es pecado?

“¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra”. (Salmos 119:9)

—¿Es esto congruente con el ejemplo de Cristo?

“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo.… Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”. (Filipenses 2:3, 5)

—¿Glorifica a Dios?

“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”. (1 Corintios 10:31)

—¿Es esto un estorbo para un hermano cristiano?

“Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió.… Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite”. (Romanos 14:13–15, 21)

• Esté completamente convencido en su propia mente.

—Si la Biblia no habla específicamente de un tema, busque principios bíblicos que le ayuden a determinar si debe o no involucrarse en tal actividad.

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. (2 Timoteo 3:16–17)

—Presente ante el Señor las áreas cuestionables pidiéndole que le dé convicciones personales al respecto.

“Todas las cosas me son lícitas [dicho popular], mas no todas convienen. [Pablo lo dice] todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna”. (1 Corintios 6:12)

—Reconozca que el Señor puede darle convicción acerca de un asunto pero no así a otra persona, o viceversa.

“De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí”. (Romanos 14:12)

—No condene a quien decide no tomar parte con usted de algo que usted piensa que es totalmente aceptable.

“Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es”. (Romanos 14:14)

• Use principios probados para tomar decisiones.

Aprenda la diferencia entre los mandamientos espirituales y las convenciones sociales. Esté seguro de saber que la Biblia prohíbe algo o bien, si se trata de algo culturalmente inaceptable para ciertas personas.

“Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”. (Mateo 15:9)

Cultive sus propias convicciones. Estudie la Biblia y ore para que el Señor le muestre su voluntad en temas específicos. Escríbalo y explique por qué cree lo que cree.

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”. (2 Timoteo 2:15)

Limite su libertad en aras del amor. Si usted decide hacer algo pero causará que alguien peque, debe abstenerse de dicha actividad. Si su comportamiento ofende a otra persona, pero no le induce a pecar, quizá no se trata de un hermano débil, sino de un legalista.

“Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano”. (Romanos 14:13)

Deje que el Espíritu Santo haga su obra. Permítale al Señor establecer sus propias convicciones en su corazón. Pero no trate de ser la conciencia de los demás, deje que él sea quien convenza y aconseje.

“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio”. (Juan 16:8)

D. Directrices para quienes se encuentran en una situación de abuso

¡Víboras…! Hipócritas…! ¡Hijos del infierno…! ¡Guías de ciegos…!

Jesús podía ver más allá del fingimiento y pomposidad de los fariseos, por lo que dijo claramente: “Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres” (Mateo 23:5). Sus largas filacterias, sus vestiduras sacerdotales, sus lugares de honor dentro de la sinagoga no impresionaban al Señor Jesús, más bien los aborrecía. Su advertencia sigue siendo que lo que parece sagrado, realmente es repudiable delante de Dios.

“¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?” (Mateo 23:33). En Mateo 23, Jesús denunció a los líderes religiosos con una serie de reprensiones por su avaricia, excesos, legalismo e inclinaciones homicidas contra los verdaderos hijos de Dios. En ese pasaje encontramos siete denuncias que comienzan con: “¡Ay de vosotros!” contra los fariseos “porque dicen, y no hacen” (Mateo 23:3).

Muchos púlpitos en la actualidad son ocupados por líderes “espirituales” iguales a los fariseos que algún día enfrentarán la condenación de boca de Jesús. Entonces, ¿qué puede hacer usted si se encuentra atrapado en situaciones de abuso espiritual?

• Sométase a la autoridad de Dios. Usted es responsable ante Dios en primer lugar, y luego ante las autoridades humanas.

“Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo”. (Gálatas 1:10)

• Hable de sus inquietudes con líderes espirituales no involucrados en situaciones de abuso. Dios desea la paz, unidad y reconciliación entre los cristianos.

“Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”. (Efesios 4:2–3)

• Considere que es abuso espiritual si se ven afectados su vida espiritual, su relación con familiares y amigos y su sentido de valor personal.

“Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo”. (Proverbios 27:17)

• Apártese de situaciones de abuso y busque gente que lo edifique.

“Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis”. (1 Tesalonicenses 5:11)

Pregunta: “¿Tengo que someterme siempre a los líderes espirituales, aunque sé que cometen abuso espiritual? La Biblia dice: “Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior” (1 Pedro 2:13).

Respuesta: A las personas que cometen abuso espiritual les encanta manipular a los demás y diciéndoles que siempre deben someterse a su autoridad espiritual. ¡Eso está mal! Cuando el apóstol Pablo enfrentó un juicio de parte de los líderes religiosos judíos, él sabía que lo iban a matar. Así que en vez de someterse a ellos en Jerusalén, Pablo apeló a Roma para ser enjuiciado por César en una corte secular, porque los judíos no estaban obedeciendo a Dios. Sin embargo, antes de apelar a César, Pablo no sabía que había insultado al sumo sacerdote. Cuando lo supo, declaró que nadie debería hablar mal contra un gobernador del pueblo judío. Siempre debemos respetar la autoridad espiritual, pero se debe obedecer cuando está de acuerdo con la verdad de Dios.

“El sumo sacerdote Ananías ordenó entonces a los que estaban junto a él, que le golpeasen en la boca. Entonces Pablo le dijo: ¡Dios te golpeará a ti, pared blanqueada! ¿Estás tú sentado para juzgarme conforme a la ley, y quebrantando la ley me mandas golpear? Los que estaban presentes dijeron: ¿Al sumo sacerdote de Dios injurias? Pablo dijo: No sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote; pues escrito está: No maldecirás a un príncipe de tu pueblo” (Hechos 23:2–5)

E. Cambie del legalismo a la gracia

“Sublime gracia del Señor, que a un infeliz salvó”… ¿Quién no ha escuchado estas famosas palabras con las que comienza uno de los himnos favoritos de todos los tiempos? Su autor fue Juan Newton (1725–1807), capitán de un barco dedicado al tráfico de esclavos. En él transportó a casi seis millones de esclavos africanos hacia América durante el siglo dieciocho. Mientras iba en un viaje de regreso a su hogar, su barco fue sacudido por una violenta tormenta y temieron perderlo todo. El exclamó: “Dios, ten misericordia de nosotros”.

El resto de su vida se refirió a ese día como el día en el que entendió la gracia ilimitada de Dios. Newton pasó los últimos 43 años de su vida como ministro del evangelio habiendo entendido la dinámica de la gracia divina. El regalo de Dios para todos excluyendo las “buenas obras o un valor merecido”. La “sublime gracia” es el medio por el que somos salvos del pecado original, recibimos poder para vivir una vida agradable a Dios y él nos otorga la salvación eterna.

Sublime gracia del Señor

Que a mi pecador salvó

Fui ciego mas hoy miro yo

Perdido y él me amó.

En los peligros o aflicción

Que yo he tenido aquí

Su gracia siempre me libró Y me guiará feliz.

Si usted quiere cambiar del legalismo a la gracia…

Decida abandonar sus intentos personales por agradar a Dios.

• Acepte que la ley no es un código espiritual a seguir para ganar el favor de Dios.

• Acepte que si piensa que puede cumplir la ley en sus propias fuerzas va a fracasar.

• Acepte que no tiene por qué temer cuando falla en dar el ancho (ciertamente fallará). Confíe en Cristo su Redentor.

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”. (Romanos 8:1–2)

Reciba el amor y aceptación incondicionales de Dios.

• Usted vive bajo el “principio de gracia” si usted es cristiano.

• No fue liberado de la esclavitud para luego centrarse en un código de reglas y normas.

• Sepa que es libre en Cristo gracias al amor eterno del Señor.

“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”. (Gálatas 5:1)

Acepte que el poderoso recurso divino (Cristo viviendo en usted) lo capacita para llevar una vida que agrada a Dios.

• Recuerde que Satanás y la muerte ya fueron derrotados en la cruz.

• Recuerde que usted no recibió los regalos de la salvación, vida eterna, justificación, justicia y glorificación por sus propios méritos.

• Recuerde que usted ha muerto a su vieja vida y que ahora vive en Cristo por la fe, él es quien ganó esas bendiciones para usted.

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. (Gálatas 2:20)

Aparte cada día un tiempo para meditar en la palabra de Dios.

• Reconozca que los caminos del mundo no son los de Dios.

• Reconozca que si lee la palabra de Dios conocerá la voluntad de Dios, especialmente en sus áreas de debilidad.

• Reconozca que Dios usará su palabra para conformar su carácter al de Cristo.

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. (Romanos 12:2)

Experimente la libertad del plan de Dios y de su propósito para usted.

• Depende de usted enfocarse en la verdad que Dios promete de cumplir su propósito en usted.

• Depende de usted dejar la mentalidad de que “Dios lo ama solamente cuando es bueno y que si es malo, él lo rechazará”.

• Depende de usted aceptar el regalo de gracia de Dios.

“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. (Filipenses 1:6)

F. Cómo responder bíblicamente a los argumentos legalistas o de abuso

#1 Sólo el Nuevo Testamento es válido, el Antiguo Testamento no.

Argumento: La Biblia dice que ya no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia, así que los creyentes ya no necesitan leer el Antiguo Testamento, sólo el Nuevo. Después de todo Gálatas 3:25 dice: “Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo” (Gálatas 3:25).

Respuesta: La Biblia incluye tanto al Antiguo como al Nuevo Testamento, ambos son parte importante de la palabra escrita de Dios. Ciertamente Jesús cumplió todos los requisitos de la ley dada a Moisés (Mateo 5:17) pero toda la palabra de Dios es vital para nosotros el día de hoy porque tanto el Antiguo como el Nuevo Testamentos

—Revelan el carácter de Dios y ambos son necesarios para tener un concepto correcto de él.

—Revelan cómo Dios ha intervenido en la vida humana

—Revelan su propósito para nosotros

—Revelan sus planes para el futuro

—Autentican el valor uno del otro y ambos completan la palabra autoritativa de Dios

El apóstol Pablo escribió acerca del mal uso de la ley del Antiguo Testamento y dijo:

“Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente”. (1 Timoteo 1:8)

#2 La poligamia está vigente en la actualidad.

Argumento: Dios bendijo a David y a otros líderes del Antiguo Testamento aunque tenían varias esposas. Eso prueba que Dios sí acepta la poligamia. Quienes creen en toda la Biblia deben permitir a un hombre tomar una segunda y tercera (y más) esposas.

Respuesta: El hecho de que ciertas situaciones estén presentes en la Biblia no quiere decir que Dios las apruebe. En la Biblia se narran varios casos de suicidio, pero no por eso se implica que nosotros “¡debemos ir y hacer lo mismo!” No cometa el error de asumir que Dios no intervino en los casos de poligamia.

—Cuando se menciona el primer matrimonio en la Biblia, Dios estableció el fundamento de la unión entre un hombre y una mujer. Génesis 2:24 declara: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.

—La Biblia no dice ¡mujeres! Note que Jesús reiteró el mismo principio en el Nuevo Testamento en Mateo 19:5 y Marcos 10:7 y Pablo lo hizo en Efesios 5:31.

—El Nuevo Testamento añade que el líder espiritual “sea irreprensible” y “marido de una sola mujer”, no dice de varias mujeres (1 Timoteo 3:2).

—Es interesante que en todos los países y culturas haya leyes fundamentadas en la moral bíblica que estipulan que la relación matrimonial sea exclusivamente entre “un esposo y una esposa”.

“Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido”. (1 Corintios 7:2)

#3 Es bíblico bautizar a los muertos.

Argumento: El bautismo a favor de los muertos ganará la salvación a todos aquellos por los que me bautice y me permitirá escalar en el ámbito celestial.

Respuesta: Los que creen esto usan las palabras de Pablo acerca del bautismo en 1 Corintios 15:29: “De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?”

Pero lea con cuidado lo que dice la Biblia por sí misma:

—La mención de que la gente se bautizaba para salvar el alma de los muertos no se encuentra en ningún otro lugar de la Biblia. Es más, ¡muchos de los primeros padres de la iglesia la consideraron una herejía!

—Los falsos maestros se habían infiltrado en la iglesia diciendo: “no hay resurrección de muertos” (v. 12), razón por la cual todo el capítulo 15 de Primera Corintios se refiere al hecho histórico de la resurrección de los muertos.

—Ese capítulo da las razones por las que esa práctica está basada en doctrinas de falsos maestros:

» Hubo más de 500 testigos oculares de la resurrección de Cristo, muchos de los cuales todavía vivían al momento de escribirse esa carta (vv. 5–7).

» Se hace muy evidente una gran incongruencia: Si no creían en la vida después de la muerte, ¿por qué se bautizaban por los muertos? Pablo simplemente está diciendo: “Si ustedes rechazan la resurrección de los muertos, ni siquiera deberían bautizarse a su favor. ¡Es totalmente ilógico!”

» Los que se bautizaban por los muertos eran falsos maestros, no Pablo ni los demás cristianos. Eso es evidente porque Pablo se refirió a los que se bautizaban como “ellos” y “gente”, no dijo “yo”, “ustedes” o “nosotros”.

» Aun para los que sí creen en la resurrección es imposible apoyar con la Biblia la práctica del bautismo por los muertos para ganar su salvación. La Biblia dice que la salvación es un regalo de Dios por gracia, pero solamente se obtiene a través de la fe personal en Cristo. Es por medio de la fe sola y no por ninguna obra incluyendo el bautismo. Efesios 2:8–9 declara: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.

» La Biblia enseña claramente que no hay más oportunidad de salvación después de la muerte.

“Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”. (Hebreos 9:27)

#4 Las esposas deben someterse a sus maridos sin excepción.

Argumento: Dios dijo que las mujeres deben someterse a sus maridos, así que debo someterme a todo lo que él diga, aunque vaya contra mi conciencia. Efesios 5:22 dice: “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor”.

Respuesta: En la Biblia existe la “jerarquía” de la sumisión para dirigir nuestro proceso de tomar decisiones.

Con base en Efesios 5:21 todos debemos someternos “unos a otros en el temor de Dios”. Eso implica sumisión mutua e incluye tanto al esposo como a la esposa, cediendo a los deseos del cónyuge.

El versículo que sigue dice: “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos” (versículo 22).

La Biblia también dice que el creyente ha de someterse “a las autoridades superiores” (Romanos 13:1).

Y finalmente: “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29). Es muy claro que la máxima autoridad es Dios, luego las autoridades gubernamentales y finalmente el esposo. Nadie debería someterse jamás a lo que no es de Dios.

Ejemplo: Si un esposo iracundo abusa físicamente de su esposa o la involucra en alguna actividad ilegal, y luego le da sermones diciendo que debe someterse usando la Biblia, ella debe responder bíblicamente y buscar ayuda, aun si tiene que llamar a la policía (Romanos 13:1). Si él se enoja y le grita: “Tú no eres cristiana”, su respuesta debe ser bíblica, y apartarse bíblicamente del camino de la destrucción. Proverbios 22:24 dice: “No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos”. Si trata de manipularla para convencerla de no iniciar acción legal en su contra, su respuesta también debe ser bíblica, dejando que él sufra bíblicamente las consecuencias de sus actos. Proverbios 19:19 dice: “El de grande ira llevará la pena; y si usa de violencias, añadirá nuevos males”.

Nunca se someta al abuso porque la situación empeorará, y porque la violencia nunca es aceptable delante de Dios.

“Dejad la violencia y la rapiña. Haced juicio y justicia”. (Ezequiel 45:9)

#5 Está prohibido usar joyería.

Argumento: Dios ha prohibido usar joyería porque es algo mundano. Primera Pedro 3:3–4 dice: “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios”.

Respuesta: Si usted decide no usar joyería con base en 1 Pedro 3, se encuentra en un gran dilema ético porque también debería rechazar “usar ropa” como lo establece la traducción literal del pasaje. De la misma manera 1 Timoteo 2:9 dice: “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos”. Sin embargo, muchos pasajes bíblicos hablan positivamente respecto al uso de joyas y ropa fina, ¡porque Dios es quien los da! Por tanto, cuando comprendemos “todo el consejo de Dios”, la postura bíblica tiene que ser esta: Cualquier accesorio de belleza externa, como joyería, vestidos y peinados atractivos, nunca deben tener prioridad sobre la belleza interna de un corazón humilde y un espíritu sensible. El estigma contra la joyería es contra la Biblia cuando consideramos pasajes bíblicos que la presentan de manera positiva.

Proverbios 25:12: Salomón fue el hombre más sabio y dijo: “Como zarcillo de oro y joyel de oro fino es el que reprende al sabio que tiene oído dócil”. La reprensión de un sabio es buena, así que el arete de oro o la joya también lo es.

Génesis capítulo 24: Abraham envió a su siervo para traer una esposa para su hijo y le dijo que el ángel lo dirigiría a la mujer indicada. Tenía que entregarle a la elegida un “pendiente de oro…y dos brazaletes de oro”, los cuales Abraham le entregó (v. 22). Más tarde: “Sacó el criado alhajas de plata y alhajas de oro, y vestidos, y dio a Rebeca” (v. 53). Note que toda la joyería se presenta en un contexto positivo.

Génesis 41:41–43: Después que Faraón pusiera a José “sobre toda la tierra de Egipto,” le dio un anillo… y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo.

Números 31:48–50: Los líderes de Moisés le dijeron: “hemos ofrecido a Jehová ofrenda, cada uno de lo que ha hallado, alhajas de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos y cadenas para hacer expiación”.

Job 42:10–11: Cuando Dios restauró la prosperidad de Job “vinieron a él todos sus hermanos y todas sus hermanas, y todos los que antes le habían conocido… cada uno de ellos le dio una pieza de dinero y un anillo de oro.

Cantares 1:10–11: Salomón describe la belleza de su prometida diciendo: “Hermosas son tus mejillas entre los pendientes, tu cuello entre los collares. Zarcillos de oro te haremos, tachonados de plata.

Cantares 4:9: Salomón le dice a su esposa: “Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; has apresado mi corazón con uno de tus ojos, con una gargantilla de tu cuello”.

Ezequiel 16:11–13: Dios describe que él mismo adornó a Israel: “Te atavié con adornos, y puse brazaletes en tus brazos y collar a tu cuello. Puse joyas en tu nariz, y zarcillos en tus orejas, y una hermosa diadema en tu cabeza. Así fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido era de lino fino, seda y bordado; comiste flor de harina de trigo, miel y aceite; y fuiste hermoseada en extremo, prosperaste hasta llegar a reinar”.

Hageo 2:23: El Señor Todopoderoso dice que tomará a su siervo y: “te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos”. Note que el Señor es quien promete hacer a su siervo como un ¡anillo de sellar para sí!

Lucas 15:22–24: Jesús contó la historia del hijo pródigo que al volver a su hogar recibió el perdón total de su padre quien corrió hacia él y ordenó: “Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano… porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado”. Reconozca que el propósito de la parábola es describir el corazón compasivo y perdonador del Padre celestial para con nosotros. Por lo tanto, Dios el Padre es quien de manera figurada nos coloca un anillo cuando nos hemos arrepentido genuinamente y regresamos a su hogar.

En conclusión, el hecho de no querer usar “anillos y otras cosas” no hace que la persona sea más “espiritual”. Asimismo, cuando decida usar joyería y joyas, eso no lo hace “mundano”. Por toda la Biblia encontramos que el tema principal es el corazón: “¿Cuál es la prioridad de su corazón?” Su corazón debería estar centrado en las “cosas espirituales” de Dios. Luego, todas las demás cosas de la vida se alinean correctamente.

“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”. (Colosenses 3:2)

#6 Largo de cabello y velo sobre la cabeza.

Argumento: En los servicios de la iglesia las mujeres deben usar velo sobre su cabeza y el cabello largo. La Biblia dice: “Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado… Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello” (1 Corintios 11:5, 15).

Respuesta: Para entender estos mandatos culturales debemos entender el contexto en el cual Pablo escribió a la iglesia de Corinto.

—El comentario de Pablo respecto al largo del cabello y de cubrirse la cabeza hacen referencia clara y directa a las miles de sacerdotisas prostitutas del templo de la diosa Afrodita del Acrocorinto que no se cubrían la cabeza y llevaban el cabello corto.

—El propósito de Pablo era proteger a las mujeres cristianas para que no las confundieran con las mujeres inmorales o con prostitutas si se cortaban el cabello. Quería evitar que ellas, sus esposos y su iglesia recibieran deshonra. Según la ley judía la mujer adúltera tenía que cortarse el cabello (Números 5:11–31).

—Si algunas de las prostitutas del templo se convertían en cristianas, tenían que usar velo sobre su cabeza (peribolaion) hasta que les creciera el cabello.

—Esa costumbre era importante en aquella época (pero no en la nuestra) por la connotación que la gente le daba al cabello corto.

#7 Usar color rojo está prohibido.

Argumento: Es algo mundano utilizar cualquier tono de color rojo porque éste se relaciona con el pecado y la prostitución. Isaías 1:18 dice: Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”.

Respuesta: En ninguna parte de la Biblia encontramos la prohibición de usar color rojo. El pasaje de Isaías no atribuye el color rojo al pecado, sino que usa ese color para ilustrar el efecto de limpieza de la sangre roja de Cristo.

Una mala interpretación similar ocurre en Jeremías 4:30: “Y tú, destruida, ¿qué harás? Aunque te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro… en vano te engalanas; te menospreciarán tus amantes, buscarán tu vida”. Es obvio que se consideraba que el color escarlata era hermoso. Pero ya que Israel estaba “desolada” espiritualmente, este pasaje nos presenta un contraste: Israel tenía belleza externa, pero no interna. Por lo tanto, la solución al problema no era que el pueblo de Dios dejara de usar prendas hermosas, sino que su belleza externa fuera reflejo de la interna. (Véase Ezequiel 16:1–16.)

Muchos pasajes presentan el color rojo de manera positiva.

Proverbios 31:21: La prueba indubitable de que no es mundano usar color rojo está en Proverbios 31. El versículo 21 establece que la mujer virtuosa, piadosa e ideal ¡viste a toda su familia de color rojo! “toda su familia está vestida de ropa escarlata” (Biblia de Las Américas; “dobles”, Reina Valera).

Éxodo 26:1: Las cortinas del tabernáculo estaban hechas de telas carmesí.

Éxodo 28:33: El sumo sacerdote del tabernáculo usaba color carmesí en el ruedo de su túnica cuando se presentaba ante el Señor dentro del lugar santísimo

Números 4:7–8: La mesa de los panes de la proposición en el lugar santo estaba totalmente cubierta en paños carmesí.

Nahum 2:3: El ejército de Dios tenía que derrotar a las naciones enemigas y usaban escudos rojos y vestiduras de grana.

Isaías 63:1–2: El que viene con vestidos rojos, el que marcha en la grandeza de su poder con vestido rojo es una profecía de la segunda venida de Cristo y su victoria final sobre los impíos, él es el Rey de Reyes y Señor de Señores que reinará triunfante (Apocalipsis 19:13–16).

#8 Está prohibido que las mujeres usen pantalones.

Argumento: Es pecaminoso que la mujer use pantalones porque Deuteronomio 22:5 declara: “No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace”.

Respuesta: Este texto no se puede aplicar a las mujeres que usan pantalones porque…

—Cuando Dios dio el mandamiento a los israelitas, los hombres no usaban pantalones sino túnicas llamadas kethoneth. Es irónico que tanto hombres como mujeres ¡usaban la misma ropa!

—La mayoría de los eruditos bíblicos coinciden en que esta prohibición se dio en respuesta a un ritual de intercambio de ropa muy común dentro de la religión cananea. Intercambiar la ropa tenía la intención de que la persona aparentara ser del sexo opuesto y que se sintiera del sexo opuesto.

—En la actualidad el intercambio de prendas lo practican quienes luchan con su identidad sexual, específicamente los “travestis”. Usar ropa del sexo opuesto es totalmente contrario a la enseñanza bíblica de que Dios creó el cuerpo físico de cada persona. Por lo tanto, cuando alguien rechaza su sexualidad lo que en realidad está rechazando es el diseño divino: “Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre” (Salmos 139:13).

—Al principio Dios le hizo a Adán y Eva túnicas similares a las que se definen con la palabra kethoneth que describe el vestido específico que Dios les hizo. “Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles [kethoneth] y los vistió” (Génesis 3:21).

—La mayoría de las culturas no consideran que los pantalones sean exclusivamente “para hombres”.

En el Nuevo Testamento, el tema de cómo debía vestir la mujer está definido claramente por Pablo: “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia” (1 Timoteo 2:9). En consecuencia, la única restricción en cuanto al vestir de la mujer es: Sea lo que use, debe ser en toda modestia, decencia y apropiado.

#9 Se deben obedecer las leyes alimenticias del Antiguo Testamento.

Argumento: Dios dio leyes alimenticias para beneficio de su pueblo, así es que nosotros deberíamos seguirlas para recibir bendición. Los que no lo hacen, caen en condenación. Levítico 11:47 dice: “Y de todos los animales que andan en cuatro patas, tendréis por inmundo a cualquiera que ande sobre sus garras; y todo el que tocare sus cadáveres será inmundo hasta la noche”.

Respuesta: Jesús rechazó las leyes dietéticas del Antiguo Testamento para demostrar que no se puede obtener la justicia de Dios por medio de la observancia estricta de la ley. Aunque ciertos principios alimenticios todavía se consideran de gran beneficio, Jesús clarificó que la santidad personal no se logra por lo que comemos o dejamos de comer.

Marcos 7:18–19: “El les dijo: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar, porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la letrina? Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos”.

Hechos 10:15: El apóstol Pedro recibió la reprensión del Señor respecto al cumplimiento estricto de sus leyes en cuanto a la comida: “Lo que Dios limpió, no lo llames tú común”.

Colosenses 2:16–17: El apóstol Pablo explicó que las leyes de la comida no seguían vigentes porque no se trataba sino de un anticipo de Cristo, quien es la realidad de todas las cosas. La venida de Cristo hizo a un lado las sombras. Pablo dijo: “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo”.

Romanos 14:3, 14: El apóstol Pablo declaró que todos los alimentos son limpios: “El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido”. Pero sí pone énfasis en que nadie debería condenar espiritualmente a otro por comer o no comer cualquier alimento. Tal condena constituye abuso espiritual. “Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es”.

#10 La única adoración válida es la que se hace en sábado.

Primer argumento: Uno de los diez mandamientos dice: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo” (Éxodo 20:8). Si queremos obedecer a Dios, todos los servicios de adoración deben celebrarse en sábado, si no, no son válidos. Dios reposó el séptimo día después de terminar la creación del universo, así que nosotros deberíamos hacer lo mismo en el día sexto. Génesis 2:2 dice: “Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo”.

Respuesta: Para entender y aplicar correctamente el cuarto mandamiento, primero debemos entender el trasfondo del sábado.

—La palabra sabbath no significa “sábado”.

—El vocablo Sabbath proviene de la raíz hebrea shabath, que significa “cesar”. La doble “b” de la palabra Sabbath intensifica el impacto de la palabra para denotar la completa cesación de actividad, un descanso completo de todo trabajo.

—Ante los ojos de Dios, los creyentes deben cesar todo trabajo para ganar su aprobación. Según el Nuevo Testamento, el sabbath del Antiguo Testamento era una sombra del hecho de que Cristo sería nuestro “reposo”.

“Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo”. (Colosenses 2:16–17)

—Los cristianos genuinos entran en un “descanso sabático” que no termina, en el cual dejan de luchar por obtener la justicia y reciben la de Jesús como propia. Disfrutan de una relación con el Señor que no termina y gozan de una aceptación que tampoco termina.

“Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios”. (Hebreos 4:9)

—Tenemos que dejar de esforzarnos por agradar a Dios con nuestras propias fuerzas y hemos de reposar en nuestra firme relación con Jesús… descansar en una interminable relación con el Señor Jesucristo.

“Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas”. (Hebreos 4:10)

Cuando decide descansar en Cristo como su Señor y Salvador, ninguna cantidad de trabajo lo hace más aceptable delante de Dios, solamente la obra completa de Cristo en la cruz lo hace acepto delante de él.

Segundo argumento: Puesto que Jesús guardó el sábado del sabbath, nosotros también debemos hacerlo.

Respuesta: La razón por la que Jesús guardó toda la ley judía, incluyendo el sábado, es que nació en una familia judía “bajo la ley” (Gálatas 4:4). Pero a partir de su muerte en la cruz, la Biblia dice: “porque el fin de la ley es Cristo” (Romanos 10:4), lo cual significa que él cumplió la ley por nosotros para que ya no tengamos que vivir más “bajo la ley”.

Tercer argumento: La Biblia dice que líderes cristianos como Pablo y Bernabé adoraron a Dios en sábado.

Respuesta: Pablo y Bernabé sí asistían a servicios sabatinos en las sinagogas locales, pero solo porque su propósito era proclamar las buenas nuevas del evangelio. Ellos proclamaban que el Mesías prometido había llegado. Por ejemplo:

—En la sinagoga de Antioquía Pablo dijo: “Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree” (Hechos 13:38–39).

—En la siguiente sinagoga que visitó hubo una respuesta maravillosa: “Aconteció en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal manera que creyó una gran multitud de judíos, y asimismo de griegos” (Hechos 14:1).

—Pablo fue a Tesalónica con Silas: “Pasando por Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos. Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos” (Hechos 17:1–2).

Ya que Pablo aclaró que debía predicar el evangelio “primeramente a los judíos” (Romanos 1:16), el lugar más lógico para encontrarlos era en la sinagoga judía los días sábado.

Cuarto argumento: Por casi 300 años, la iglesia primitiva se reunió para adorar en sábado. Muchos escritos históricos han llegado a la conclusión de que el emperador romano Constantino cambió el sábado por el domingo en el año 325 d.C.

Respuesta: Tales “escritos históricos” están basados en la ficción más que en la realidad, como se puede apreciar en los escritos documentados de los padres de la iglesia. Constantino sí proclamó el domingo como el día legal del reposo, pero él no fue quien hizo el cambio de sábado a domingo puesto que los cristianos de muchos siglos antes ya lo hacían. Él solamente lo legalizó. Prueba de ello:

—Ignacio nació en el año 69 d. C. y escribió: “Ya no observamos más los sábados, sino que vivimos según el día del Señor (domingo) en el cual él resucitó de los muertos, en quien nosotros también resucitamos”.

—En el año 125 d.C., la Didache (considerada uno de los escritos de doctrina más antiguos de la iglesia después de los bíblicos) declara: “Pero cada día del Señor (domingo) reúnanse, partan el pan y den gracias”.

—En el año 140 d.C. Justino Mártir escribió: “Pero el domingo es el día de la asamblea local.… Jesucristo nuestro Salvador en este mismo día resucitó de los muertos”.

Sin embargo, son más convincentes dos libros del Nuevo Testamento escritos por dos diferentes autores respecto a los servicio de adoración en domingo…

—Lucas, el autor de Hechos y del evangelio de Lucas escribió:

“El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche”. (Hechos 20:7)

—Pablo describió la forma de ofrendar y dar sus contribuciones durante los servicios dominicales.

“En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas”. (1 Corintios 16:1–2)

Quinto argumento: Los que no se reúnen en el sábado serán cortados de la congregación de los creyentes verdaderos y serán condenados. Éxodo 31:14 dice: “Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo”.

Respuesta: El pasaje completo (Éxodo 31:12–17) revela que el sábado fue dado a los hijos de Israel para apartarlos del resto de los pueblos. Revela la realidad absoluta de que solamente Jesús logró hacer las “obras para obtener la salvación” y que el destino final de quienes buscan obtener la salvación por sus propios méritos es la muerte eterna y total separación de Dios. Si fuera cierto que a quienes no observan el sábado les espera la condenación del infierno, considere lo siguiente:

—De los 10 mandamientos, éste es el cuarto y el único que no se repite en el Nuevo Testamento.

—Ni Jesús ni los demás escritores del Nuevo Testamento lo mencionaron.

—El apóstol Pablo dejó la opción a cada persona de elegir el día de adoración simplemente como asunto de preferencia o conciencia. Luego nos amonestó a dejar de juzgarnos unos a otros por esa causa.

“Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente”. (Romanos 14:5)

G. ¿Está garantizada la sanidad divina hoy para todos los enfermos?

Uno de los principios del “evangelio de la prosperidad” afirma que el sufrimiento físico siempre encontrará alivio si existe la cantidad correcta de fe en el poder sanador de Dios. Con la mentalidad de “decláralo y recíbelo”, todo lo que necesitamos hacer es declarar la sanidad que se espera y por fe reclamarla en el nombre de Jesús, y seremos sanados.

Esta aseveración se basa en le hecho de que Jesús sanó a todos los enfermos que acudieron a él cuando estuvo en la tierra. “Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias” (Mateo 8:16–17).

Sin embargo, ¿acaso las sanidades que hizo Jesús implican que toda la gente que se lo pida también será sanada? Algunos líderes religiosos enseñan que en efecto, todas nuestras enfermedades serán sanadas por Jesucristo y se basan en Mateo 8:16–17. Pero ese pasaje se refiere directamente a una profecía que encontramos en Isaías 53:4–5:

“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”.

—El significado de la palabra “cumplimiento” aclara el mal entendido sobre este versículo.

Ilustración: Después de comprar una casa y firmar el contrato de hipoteca por 20 años, una vez que hace el último pago, se dice que el contrato está cumplido.

• Si la compañía hipotecaria le llama para pedir que continúe pagando su mensualidad, ¿lo haría? ¡Claro que no! El contrato ya está “cumplido”.

• De la misma manera, la profecía de Isaías se “cumplió” en Mateo 8:17. Así como es ilógico pensar que usted siga pagando las mensualidades hipotecarias después de haber cumplido el contrato y de que la deuda ha quedado saldada por completo, sería incorrecto asumir que Jesús seguirá sanando para siempre.

• La profecía mesiánica de la sanidad que haría en todos los enfermos se cumplió en la persona de Jesús para que la gente comprobara que en efecto, él era el Mesías prometido. Ese hecho queda validado porque después de cumplir esa profecía fue crucificado, sepultado, resucitado y ascendió a los cielos.

#1 El apóstol Pablo no fue sanado milagrosamente, aunque le rogó a Dios.

—En 2 Corintios 12:7–9, Pablo registra que en tres ocasiones le rogó a Dios que lo librara de lo que llamó su “aguijón en mi carne” y Dios se lo negó. La respuesta divina fue: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad”.

—El apóstol Pablo ha sido considerado como el más grande misionero cristiano y aún así no recibió la sanidad cuando le rogó a Dios. Es obvio que no fue por falta de fe. Y tampoco porque Dios no tuviera poder para sanarlo.

—Dios no lo sanó porque tenía un propósito al permitir que Pablo siguiera sufriendo ese mal, así como lo tuvo para permitir que Jesús sanara a los que acudían a él cuando vivió en la tierra.

#2 Timoteo tampoco fue sanado milagrosamente. Pablo le dijo a Timoteo: “Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades” (1 Timoteo 5:23).

—Si la cura para todos los problemas físicos fuera la oración, ¿por qué Pablo le recomendaría a Timoteo una cura medicinal? (El vino contaba con ciertas propiedades medicinales).

—¿Era por falta de fe de parte de Timoteo? Si así fuera, ¿por qué Pablo no escribió al respecto?

—Pablo le recomendó a Timoteo que bebiera vino porque el sabía que Dios no siempre sana toda enfermedad o dolencia.

#3 No todas las oraciones recibirán la respuesta que nosotros esperamos, aun cuando contemos con el corazón más sincero y la fe más profunda.

—Jesús, el Hijo de Dios oró en el jardín de Getsemaní: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa” (Lucas 22:42). Y aún así sufrió tortura y tormento en la cruz.

—La oración de Jesús demuestra la actitud correcta cuando hacemos nuestras peticiones a Dios. Él dijo: “mas no lo que yo quiero, sino lo que tú” (Marcos 14:36).

H. Cómo recuperarse del legalismo y del abuso espiritual

No podían ser más opuestos en cuanto a sus prioridades y prácticas, lo cual fue evidencia contundente de que Jesús era el buen pastor y los fariseos los falsos pastores.

Jesús enseñó la verdad.

Los fariseos propagaban mentiras.

Jesús abrazó a los pecadores.

Los fariseos rechazaban a los pecadores.

Jesús sanó a los enfermos.

Los fariseos obstaculizaban a los enfermos.

Al final, los fariseos dispersaron a las ovejas, en cambio, Jesús murió por ellas. Y Jesús vive hoy para ser su pastor que las pastoreará toda su vida. Cuando usted se cobija bajo su cuidado y deposita toda su confianza en él, el Señor será el pastor de su alma.

“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”.

(Juan 10:11)

Por eso, usted se… Recupera

Reconozca que estuvo involucrado en una situación de legalismo/abuso espiritual.

• Admita ante sí mismo, ante Dios y ante alguien más que lo engañaron espiritualmente y que lo lastimaron profundamente.

• Admita que estuvo dispuesto a creer las mentiras que le dijeron.

• Admita su responsabilidad personal por propagar tales mentiras entre los demás sin haber comprobado su veracidad.

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros”. (1 Juan 1:9–10)

Ejerza la libertad que tiene en Cristo.

• Renuncie a la esclavitud de las mentiras del legalismo y acepte la verdad de que ha recibido perdón y libertad.

• Renuncie a la excesiva lealtad a un líder espiritual o a la iglesia y acepte a Jesús como su cabeza y líder espiritual.

• Renuncie a las leyes bajo la cuales ha vivido y acepte al único que lo ha librado de la ley.

“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”. (Juan 8:36)

Corrija su concepto de Dios.

• Estudie la Biblia por sí mismo para aprender del carácter de Dios.

• Estudie los libros de Gálatas, Hebreos y Romanos 3–8, que proclaman su libertad en Cristo.

• Estudie el evangelio de Juan y la epístola de 1 Juan para conocer al Padre amoroso.

“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él”. (1 Juan 3:1)

Únase a otros cristianos y establezca relaciones saludables con ellos.

• Reconozca que su temor y desconfianza de los cristianos genuinos se basa en la situación de abuso que ha vivido, deje de juzgar a los demás por el pecado de unos cuantos.

• Reconozca que Dios lo creó para tener comunión con otros creyentes y que él los usará para llenarlo de amor, cariño y sanidad para su corazón.

• Reconozca que Dios quiere usarlo para consolar a otros que también han pasado por la experiencia del abuso espiritual.

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación”. (2 Corintios 1:3–5)

Presente delante de Dios sus inquietudes y preocupaciones.

• Dígale a Dios sus dudas más profundas, sus heridas y sus temores, así como los deseos más íntimos de su corazón.

• Dígale al Señor que siente culpa y enojo por haber sido víctima del engaño.

• Dígale al Señor cómo se siente por haber sido usado para satisfacer el hambre insaciable de poder y posición de otra persona.

“Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio”. (Salmos 62:8)

Escriba una lista de la ayuda que le dan sus mentores espiritualmente maduros y llenos de gracia.

• Busque relacionarse con personas sabias y de incuestionable integridad.

• Busque a los que aman al Señor y se aferran a su palabra como su guía para conocerlo mejor.

• Busque un mentor espiritual que le anime a interpretar correctamente la Biblia por usted mismo.

“El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado”. (Proverbios 13:20)

Repose en la obra completa de Cristo.

• Rechace su compulsión carnal a hacer “obras” para ganar la aprobación de Dios. Aprópiese de la justicia de Cristo.

• Rechace cualquier pensamiento de condena que afecte su mente y emociones. Aprópiese del perdón de Cristo que ha lavado sus pecados y los ha dejado tan blancos como la nieve.

• Rechace la mentira de que usted necesita hacer méritos para recibir la salvación. Aprópiese del hecho de que Dios lo amó y Jesús murió por usted a pesar de su pecado.

“Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.… Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. (Romanos 5:6, 8)

Acepte la autoridad del Espíritu Santo en tu vida.

• Confíe en que el Espíritu Santo lo guiará a toda verdad y lo protegerá del error.

• Confíe en que el Espíritu Santo le dará poder para amar al Señor su Dios con todo su corazón, alma, mente y fuerzas y para vivir la vida que le agrada y glorifica.

• Confíe en que el Espíritu Santo cumplirá la promesa de Dios de conformarlo al carácter de Cristo.

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”. (Juan 16:13)

I. Agradezca a Dios por su…

• Gracia salvadora

“Sé que no puedo salvarme guardando la ley”.

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. (Efesios 2:8–9)

“Gracias Dios, por la dádiva de la salvación, es un regalo que no merezco”.

• Gracia que lo sustenta

“Sé que no puedo perder mi salvación”.

“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”. (Efesios 1:13–14)

“Gracias Dios, por darme el regalo garantizado de la vida eterna”.

• Gracia suficiente

“Sé que por medio de mis debilidades, el poder de Dios se perfecciona en mí”.

“Y me ha dicho [Jesús]: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré [Pablo] más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”. (2 Corintios 12:9)

“Gracias Dios, por el regalo de tu poder, es todo lo que necesito en las dificultades”.

• Gracia santificadora

“Sé que tengo la victoria sobre el pecado”.

“Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia”. (Romanos 6:14)

“Gracias Dios, por el regalo de tu gracia para llevar una vida piadosa”.

• Gracia satisfactoria

“Sé que gracias a la misericordia de Dios, puedo experimentar satisfacción completa”.

“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”. (1 Pedro 1:3–4)

“Gracias Dios, por darme el regalo de una esperanza viva y una herencia incorruptible e imperecedera”.

“Unidad en lo esencial

Libertad en lo no esencial

Y en todo lo demás, amor”.

Precioso hijo de Dios, no necesitas trabajar ni hacer ninguna otra obra para recibir la aprobación divina. Ya has sido aprobado, ¡eres acepto en el Amado!!

MÁS SOBRE ABUSO ESPIRITUAL EN: EL LEGALISMO Y EL ABUSO ESPIRITUAL EN LAS IGLESIAS


—June Hunt

Todas las citas bíblicas están tomadas de la Versión la versión Reina-Valera 1960

Copyright © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina;

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Todos los derechos reservados. Este material no puede reproducirse en ninguna forma sin la autorización de © 2008 Hope For The Heart/Esperanza Para El Corazón

Traducción: Elizabeth Cantú de Márquez

Puebla, México

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